La terapia con frío, una práctica profundamente arraigada en la historia de la humanidad, ha experimentado un resurgimiento en los últimos años, impulsada tanto por los deportistas de élite como por los entusiastas de la salud. Entre las modalidades populares de terapia con frío se encuentran el icónico baño de hielo y el cada vez más frecuente plunge. Pero, ¿en qué se diferencian exactamente? ¿Y qué tienen en común? Si quieres sumergirte en el gélido mundo de la terapia con frío, este artículo te ayudará a romper el hielo.

1. ¿Qué son?

Baños de hielo: El baño de hielo, como su nombre indica, es una bañera llena de hielo y agua. Los atletas y entrenadores suelen utilizarlos para aliviar las agujetas después de un esfuerzo físico intenso.
Inmersiones frías: Una piscina fría plunge, o piscina fría plunge , es esencialmente una piscina pequeña y profunda llena de agua fría. Aunque su finalidad principal también es la recuperación, está diseñada para inmersiones rápidas y envolventes, más que para baños prolongados.

2. Diferencias de temperatura

Baños de hielo: Las temperaturas suelen oscilar entre 3 y 10 °C. El hielo del baño garantiza que la temperatura se mantenga fría durante toda la terapia.
Inmersiones frías: Las piscinas frías de plunge se mantienen a temperaturas más bajas, a menudo entre 1 °C y 5 °C). Con la ayuda de enfriadores de baños de hielo, la temperatura se mantiene constante, eliminando la necesidad de añadir hielo con regularidad.

3. Duración del uso

Baños de hielo: Los usuarios suelen permanecer en baños de hielo entre 3 y 10 minutos. El tiempo puede variar en función de la tolerancia individual y de las necesidades específicas de recuperación.
Inmersiones en frío: Las inmersiones en frío están diseñadas para duraciones más cortas, normalmente de 1 a 3 minutos. La idea es sumergirse rápidamente, experimentar el choque terapéutico y salir.

4. Beneficios

Tanto los baños de hielo como las zambullidas frías ofrecen numerosos beneficios:
Recuperación muscular: Las temperaturas frías ayudan a reducir la inflamación y el dolor muscular después del ejercicio.
Mejora de la circulación: La inmersión en frío hace que los vasos sanguíneos se contraigan y se dilaten al salir, lo que favorece la circulación.
Mejora de la respuesta inmunitaria: La terapia de frío regular puede provocar un aumento de los glóbulos blancos, mejorando la respuesta inmunitaria del organismo.
Agudeza mental: La experiencia del frío puede aumentar el estado de alerta y la claridad de pensamiento.

5. 5. Equipamiento y mantenimiento

Baños de hielo: Un baño de hielo puede ser tan sencillo como una bañera llena de agua y hielo. Sin embargo, para mantener la temperatura deseada hay que añadir hielo con regularidad. Para una experiencia más controlada, muchos optan por los enfriadores de baños de hielo.
Inmersiones frías: Las piscinas frías plunge están equipadas con refrigeradores para mantener temperaturas constantes. Requieren limpieza y mantenimiento periódicos para garantizar la calidad del agua.

Conclusión

Tanto si te inclinas por el crujiente abrazo de un baño helado como por la profunda inmersión de un baño frío plunge, ambas opciones ofrecen increíbles beneficios para el cuerpo y la mente. Sea cual sea el camino que elija, le espera el refrescante frío de la terapia del frío.
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